El Parque del Oeste es un lugar especial, lleno de curiosidades y hermosos rincones.
En sus alrededores se encuentran interesantes museos, bonitas plazas y edificios sobresalientes.
Este Parque se creó por iniciativa del alcalde de Madrid, Don Alberto Aguilera.
En la primera fase fue habilitada la parte más cercana a la Moncloa y luego fue creciendo hacia el centro de la ciudad, llegando hasta el entonces Cuartel de la Montaña, en el que hoy se levanta el Templo de Debod.
Durante la Guerra Civil, esta zona fue parte del frente y hubo bombardeos que lo dejaron muy dañado. En los años 4O, el jefe de Jardines del Ayuntamiento de Madrid, Cecilio Rodríguez, se ocupó de su restauración respetando su estructura y características generales.
En este hermoso parque, una de las grandes áreas verdes de la ciudad, descubriremos lugares que hacen referencia a sucesos históricos y otros que exhiben bellos monumentos y espléndidos jardines como la Rosaleda, de reconocimiento internacional.
Entre sus antiguos y frondosos árboles abundan las coníferas, destacando sobre las demás un cedro icónico llamado “el abuelo”, muy cerca de un arroyuelo de aguas claras y cascadas cantarinas.
Espacios de picnic, zonas para practicar deporte, un teleférico y atracciones para niños, hacen sumamente atractiva su visita.
Os propongo un paseo en bicicleta por etapas.
La primera etapa comienza en la Plaza de Oriente. En su recorrido, pararemos en los lugares de interés de las inmediaciones del parque. Este paseo, es igualmente agradable para los que preferís caminar.
Nos adentraremos luego en el parque y pedalearemos por hermosas sendas hasta completar su espacio.
ÁNIMO!!! ADELANTE. Comienza nuestra aventura.
Comenzamos el paseo en la bella Plaza de Oriente.
Si no tenéis bicicleta, os recomiendo que consultéis la web que a continuación os indico, para que en las diferentes etapas del paseo que os propongo sepáis donde se encuentran las bicis de alquiler más cercanas.
BiciMAD Palacio Real, estación Plaza de Oriente.
BiciMAD próximas al parque, estaciones 11O, 112, 113 y 115
WEB: www.bicimad.com
Desde la Plaza de Oriente seguimos por la calle Bailén, dejando a nuestra izquierda los Jardines de Sabatini. Casi inmediatamente, a nuestra derecha, se abre la Plaza de la Marina Española, donde se encuentra el Senado.
Este edificio del siglo XVI, antiguo colegio de religiosos agustinos y parte del complejo del Real Monasterio de la Encarnación, se convirtió en Palacio del Senado en 1.835.
Su papel fue adaptándose a los diferentes regímenes políticos que se iban sucediendo en la historia española.
En la Transición se instaló en este edificio la institución, que con el nombre “Senado”, preveía la Ley para la reforma Política de 1.976, y que intervino junto con el Congreso de los Diputados en la redacción de la Constitución española de 1.978.
Junto a la fachada principal del Senado se erige una escultura dedicada a Cánovas del Castillo, político conservador artífice de la Restauración de Alfonso XII.
A finales del siglo XX se efectuó la ampliación del Senado en un edificio anexo, cuya fachada, que da a la calle Bailén, tiene forma semicircular.
En su web os podéis informar de los días en los que se puede visitar el Senado y como hacer la reserva.
WEB: www.senado.es BiciMAD: estación 3O
Desde el Senado, seguimos pedaleando por la Calle Bailén en dirección al Templo de Debod.
De camino, junto a la Plaza de España, nos llama la atención la colorida cúpula de la Parroquia de Santa Teresa y San José, que nos recuerda las construcciones religiosas de las ciudades orientales.
El edificio formado por la iglesia de Santa Teresa y el convento de los Padres Carmelitas Descalzos, se inauguró en 1.928. Tras la Guerra Civil necesitó algunas reparaciones, que le dieron su aspecto definitivo.
En 1.995 el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento.
El edificio del templo destaca por su originalidad, recuerda un poco las fortalezas medievales con sus torres y almenas. En su interior el espacio es altísimo y luminoso. En el altar mayor, de más de 3O metros de altura, destacan las figuras de San Juan de la Cruz y Santa Teresa.
La cúpula, recubierta con teselas, de influencia bizantina, es obra de Daniel Zuluaga, autor también de otras obras cerámicas en Madrid como las de los Palacios de Cristal y de Velázquez en el Parque del Retiro.
Casi frente a la iglesia de Santa Teresa y San José, en la esquina de la calle Ferraz con Ventura Rodríguez, se encuentra uno de los museos más importantes de Madrid, el MUSEO CERRALBO.
Merece la pena dedicar un tiempo a visitar este fantástico palacio, así que dejamos las bicis en el aparca-bicis frente al edificio y entramos en el museo, donde en estos días también podemos admirar los diseños de Roberto Verino, Juana Martín, Juan Duyos, Hanibal Laguna y Fernando Claro, que se dan cita para recrear una cena de gala en las salas del mismo, haciendo patente la interrelación entre Arte y Moda.
La casa-palacio del XVII Marqués de Cerralbo, fue concebida desde el principio con una doble función, como vivienda y como museo, sede de las obras de arte reunidas por los marqueses de Cerralbo y sus hijos durante los numerosos viajes que realizaron por España y Europa.
El museo contiene más de 5O.OOO piezas entre pinturas, esculturas, cerámicas, cristal, tapices, muebles, medallas, estampas, relojes, armas, armaduras, objetos arqueológicos etc..
El Museo Cerralbo está situado en el barrio de Argüelles, próximo al Templo de Debod y a la Plaza de España.
Fue la residencia del XVII marqués de Cerralbo, don Enrique de Aguilera y Gamboa y su familia.
El tipo de edificación elegida por el marqués es una transposición del “hôtel pertculier” francés, dotado de patio interior y jardín.
Fue construido entre 1.885 y 1.893 y responde al eclecticismo histórico imperante en la época.
Don Enrique de Aguilera, nació en Madrid en 1.845, destacó como político, historiador y pionero de la arqueología en España.
Al final de sus días y sin herederos directos, la preocupación de que sus colecciones reunidas con tanto esfuerzo e ilusión fueran disgregadas, le lleva a establecer un legado testamentario a favor del Estado, que se hace efectivo en agosto de 1922.
El Museo Cerralbo muestra en sus salas la ambientación decorativa original, propia de una residencia aristocrática de finales del siglo XIX, conservada gracias a la iniciativa del marqués de donarla al Estado.
Entre su colección podéis admirar obras como San Francisco, del GRECO, Retrato de Caballero, de TINTORETTO, La Inmaculada, de ZURBARÁN, Jacob con los rebaños de Labán, de JOSÉ DE RIBERA, Puercoespines y víboras, de SNYDERS, Escena de Caza, de PAUL DE VOOS o los bodegones de VAN DER HAMEN, ESPINOSA y MÉLENDEZ.
Expone también esculturas, mobiliario, armas y numerosos objetos decorativos.
El Museo Cerralabo es un ejemplo de los muchos palacios que existieron en Madrid en el último tercio del siglo XIX de los que hoy quedan muy pocos ejemplos y prácticamente el único en toda la ciudad que conserva la decoración interior original.
Dirección: c/ Ventura Rodríguez, 17, 28OO8 Madrid, España Tl: 34/ 91543646/47
E-mail: museo.cerralbo@cultura.Gob.es Web: www.culturaydeporte.Gob.es
Horario: De martes a sábado de 9:3O a 15:OO horas. Jueves apertura extraordinaria tarde, de 17:OO a 2O:OO horas, gratuito.
Domingos y festivos de 1O:OO a 15:OO horas, entrada gratuita para todo el público. Lunes cerrado.
BiciMad: estaciones cercanas números 14, 115 y 116. Aparca-bicis público, frente al museo
Después de visitar el Museo Cerralbo, pedaleamos unos metros hasta el TEMPLO DE DEBOD.
En un promontorio que mira al oeste, muy cerca de la Plaza de España, en el lugar que ocupó el Cuartel de la Montaña, se levanta el Templo de DEBOD, regalo del gobierno egipcio al español en 1.968, en agradecimiento a la ayuda española en el traslado del templo de ABU SIMBEL a una zona segura durante la construcción de la presa de Asuán.
Tiene una antigüedad de unos 2.200 años. Su núcleo más antiguo fue quizás erigido bajo el mandato del faraón Ptolomeo IV Filópator y estaba dedicado a Amón de DEBOD y a Isis.
Desde el mirador del Templo de DEBOD se disfrutan los atardeceres más hermosos de Madrid.
Sus vistas abarcan el Palacio Real, La Catedral de la Almudena, La Real Basílica de San Francisco el Grande, La Casa de Campo… Un bellísimo horizonte que se tiñe de colores al caer el SOL.
En el interior del templo hay un pequeño museo que cuenta la historia del mismo e ilustra sobre las deidades egipcias.
WEB: www.Madrid.es/templodebod . Entrada gratuita
Horario: De martes a domingos y festivos de 1O:OO a 2O:OO horas
biciMAD: c/ Evaristo S. Miguel,2 junto a Ferraz.
Visitando el Templo de Debod y admirando la panorámica que desde su mirador se contempla, termina la primera etapa de nuestro paseo.
La segunda etapa de nuestro recorrido comienza en el Paseo de Rosales, paralelo al cual, se extiende el PARQUE DEL OESTE.
Bajamos del promontorio donde se encuentra el Templo y lo bordeamos hasta llegar al PASEO DE ROSALES.
En unos pocos minutos nos topamos con el Palacete de Rosales, un bar-restaurante con una bonita y agradable terraza. Desde la parte trasera del establecimiento, parte un sendero que nos lleva al JARDÍN ROSALEDA.
Este jardín fue diseñado en 1.955 por Ramón Ortiz, jardinero mayor del Ayuntamiento de Madrid.
En una extensión de 32.000 metros2, crecen anualmente miles de ejemplares de 600 variedades de rosales, de porte bajo, trepadores, llorones…
Varios estanques y estatuas completan la decoración de este icónico edén madrileño.
En 2.006 fue galardonado por la Word Federation of Rose Societies con el “Award of Garden Excellence”, reconociéndola como una de las rosaledas excepcionales entre las de todo el mundo.
Está abierta todos los días del año y su entrada es libre.
Estación biciMAD cercana, Paseo de la florida,8
Después de recorrer y admirar la Rosaleda, continuamos el recorrido por el Paseo del Rey, que nos lleva directamente a la ESCUELA DE CERÁMICA LA TINAJA.
SEGUNDA ETAPA
La Escuela de Cerámica, más concretamente, Escuela de Arte Francisco Alcántara, haciendo honor al intelectual y crítico de arte que la fundó en 1911, estuvo anteriormente ubicada en la calle Fernando el Católico.
En 1.934 se trasladó a los terrenos denominados “la Tinaja” junto a la ermita de San Antonio de la Florida, en los que estuvo la Escuela-Fábrica de cerámica de los hermanos Zuloaga.
El espíritu de la institución y sus revolucionarios métodos de enseñanza, sumados al respaldo de artistas como Zuloaga o Sorolla, consiguieron que los trabajos de la escuela se mostrasen en el Círculo de Bellas Artes.
Visitar las aulas y talleres, ubicados en el pabellón Bellido, donde se puede ver a los alumnos trabajar el barro con métodos tradicionales y disfrutar del precioso jardín del pabellón, diseñado por el pintor y paisajista Javier de Winthuysen, es una interesante y agradable experiencia.
Junto a la escuela de cerámica se encuentra el CEMENTERIO DE LA FLORIDA.
En su modesta entrada, una placa señala que este camposanto alberga los cuerpos de los 43 patriotas fusilados por los franceses en la Montaña de Príncipe Pío.
La placa es de 1.981, año en que se reabrió el cementerio tras décadas de cierre y deterioro.
Al entrar, lo primero que vemos es el cuadro “ El TRES DE MAYO” de Goya, reproducido en azulejos. Bajo el cuadro se muestra una placa dedicada “Al valor y heroísmo de un pueblo” el madrileño.
Un camino central conduce a una pequeña ermita, consistente en un recinto de ladrillo con una capilla al fondo y al lado una lápida dedicada al General Espartero, que fue uno de los presidentes de la Sociedad de Milicianos.
El Cementerio de la Florida fue construido en 1.796 para los empleados del Palacio Real. Tras los sucesos del “Dos de Mayo” su propósito cambió adquiriendo un significado especial.
Después de años cerrado, al borde de la desaparición, el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, lo restauró y reabrió. Desde entones, todos los dos de mayo se abren sus puertas para acoger una simbólica celebración.
Durante el año, el Cementerio está cerrado, mantenido por la Sociedad de Veteranos.
Si queréis visitarlo el 2 de mayo, os recomiendo que lo hagáis antes de las 13:00, pasada esta hora se empieza a cerrar y sólo los que ya están dentro pueden bajar a la cripta.
También se puede visitar los sábados de mayo y junio. El horario es de 10:00 a 10:30, sin reserva previa. Para visitar el recinto fuera de estas fechas es necesario hablar con la Sociedad de Milicianos. Teléfono: 91365777
Bordeamos el recinto del Cementerio de la Florida y vemos una escultura conceptual colocada aquí en 1.996, consistente en cuatro muros de hormigón cada uno con una letra del apellido del gran maestro de la pintura, GOYA.
Los cuatro muros que componen la obra miran al río Manzanares y hacia la ermita de San Antonio de la Florida, donde está enterrado el pintor.
En la parte trasera de cada uno de ellos están grabadas las más famosas reflexiones del gran artista.
Cruzamos el pasillo ferroviario por un paso elevado frente a la escultura de Goya, para llegar a la ermita y a la parroquia de SAN ANTONIO DE LA FLORIDA.
La ermita de San Antonio de la Florida, contiene el magnífico conjunto pictórico que Goya pintó a finales del siglo XVIII.
El maestro aragonés tuvo presente en la ejecución de su obra que decoraba uno de los templos más populares de Madrid, famoso por su romería del 13 de Junio.
La ermita original, dedicada a San Antonio de Padua fue construida frente a la Fuente del Abanico, por orden de Carlos IV. De 1.792 a 1.798.
El arquitecto Felipe Fontana construyó la ermita y Goya la decoró con bellísimos frescos.
Para garantizar la conservación de sus pinturas, el edificio fue declarado Monumento Nacional en 1.9O5 y más tarde, en 1.928, se construyó a su lado una iglesia idéntica para trasladar el culto y reservar la original como museo.
En 1.919 se trasladan los restos del artista desde Burdeos a esta ermita, convirtiéndose en su panteón conmemorativo.
Dirección: Glorieta de San Antonio de la Florida, 5.
Horarios: De martes a domingos, de 9:3OO a 2O:OO horas. Lunes, 1 y 6 de enero, 1 de Mayo, 24,25 y 31 de diciembre cerrado. Entrada gratuita.
TERCERA ETAPA
La tercera etapa de nuestro paseo comienza en el TELEFÉRICO de Madrid, con acceso en la estación del Paseo del Pintor Rosales y a unos metros de la ROSALEDA.
El Teleférico, construido por la empresa suiza Von-Roll, se inauguró el 26 de junio de 1969.
Recorre una distancia de 2.457 metros y alcanza una altura máxima de 40 metros. Cuenta con una estación motora, Rosales y una estación tensora, Casa de Campo.
Además de tener unas vistas panorámicas preciosas de los lugares históricos más destacados de Madrid, el teleférico es un medio rápido y sostenible para llegar al corazón de la Casa de Campo.
El paseo merece la pena, y más si vais con niños, todo un planazo para disfrutar también del Parque de Atracciones y del Zoo, ubicados en la Casa de Campo.
Las entradas se venden exclusivamente en las taquillas de las instalaciones del teleférico y sólo se pueden utilizar el día de su compra.
El precio para adultos es de 6 euros. De 4 a 12 años es de 4 euros. Menores de 4 años gratis.
Se aplican descuentos por familia numerosa, carnet joven y mayores de 65 años.
WEB: www.emtmadrid.es Teléfono: 34 914O6881O
biciMAD: estación del Paseo del Pintor Rosales,38
Desde la fachada trasera del Teleférico, junto al extremo norte de la Rosaleda, cruzamos la vía Francisco y Jacinto de Alcántara, justo frente al Parking, en cuya explanada se ubica el Pabellón Florida, hoy sede de la Policía Municipal, desde la quel podemos contemplar LA TINAJA, chimenea situada en la misma parcela.
Esta chimenea de cocción de cerámica de vidrio con forma de tinaja invertida, hecha de ladrillo, forma parte del complejo de la antigua Real Fábrica de la Moncloa.
En 1816 se construyó la Real Fábrica de Loza y Porcelana de la Moncloa, promovida por la reina Isabel de Braganza, amante del arte, en el Real sitio de la Florida. La fábrica se mantuvo hasta época de Alfonso XII.
En 1874, los hermanos Zuloaga la reabren como Fábrica y Escuela de Artes Cerámicas de la Moncloa, que finalmente, tras tiempos difíciles es clausurada, subsistiendo de aquella época el Pabellón Florida y la chimenea denominada la Tinaja.
Seguimos por la senda que parte del parking hasta la COLUMNA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN, un bello y poco conocido monumento dedicado a la Virgen María.
Casi frente de la columna, podemos admirar la elegante FUENTE DE VILLANUEVA, erigida inicialmente en la Glorieta de San Vicente en 1982 y trasladada a este emplazamiento en 1995 por José Mª Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid.
Seguimos la senda que bordea el monumento a la Virgen, dejando a nuestra derecha una cancha de baloncesto y un bonito parque infantil, hasta llegar al monumento dedicado a SIMÓN BOLIVAR, escultura ecuestre donada por las naciones bolivarianas.
A unos metros, donde termina el Paseo de Camoens y empieza la calle Ruperto Chapí, encontramos una escultura en piedra caliza dedicada al MAESTRO.
La obra, del cántabro Víctor de los Ríos, inaugurada en 1965, es un homenaje del pueblo español a la querida figura del maestro.
Cruzamos la calle Ruperto Chapí para llegar al espacio mas elevado del parque.
Desde el relieve escultórico dedicado a la escritora Encarnación Aragoneses, conocida por su seudónimo Elena Fortún, autora de Celia, seguimos por un camino en pendiente hasta donde se encuentran los Fortines y nido de ametralladoras de la Guerra Civil y la zona de avistamiento de aves.
Este parte arbolada del parque tiene una agradable zona de picnic donde parar un rato a comer un bocadillo y reponer fuerzas.
Seguimos pedaleando y el rumor del agua nos lleva a la Fuente de la Salud.
Un riachuelo artificial, conocido como la ría del Parque del Oeste, que parte de la Fuente de la Salud, recorre 600 metros con escalones en los que el agua forman pequeñas cascadas. El pequeño rio lo cruzan encantadores puentes de madera que completan un paisaje idílico.
Muy cerca de la Fuente de la Salud y de la ría artificial se esconde un gran cedro de la especie “cedrus atlántica” que procede del Atlas marroquí y fue introducido en Europa en 184O.
En las inmediaciones del arrollo y el cedro, verdes laderas te invitan a disfrutar del paseo, el reposo y el juego en plena naturaleza, olvidándote que te encuentras en el centro de una ciudad cosmopolita como Madrid.
Desde el arroyuelo, bajamos pedaleando por senderos hasta el Paseo de Ruperto Chapí, que nos llevó a la Avenida de la Memoria.
La última sugerencia tras recorrer mis lugares favoritos del Parque del Oeste, es la visita al fascinante Museo de América.
Atravesamos el Arco de la Victoria, y justo al otro lado de la vía, a la altura del Pabellón de Gobierno UCM, recorrimos un sendero desde el que divisamos el Faro de la Moncloa.
Junto al Faro está el MUSEO DE AMÉRICA.
Este didáctico museo hace las delicias de pequeños y mayores, ya que su contenido es sumamente atractivo para los pequeñines e igualmente interesante para los adultos que los acompañan.
El Museo de América se creó en abril de 1941 para albergar las colecciones de arqueología, arte y etnografía americana que hasta entonces habían pertenecido al Museo Arqueológico Nacional.
Posee más de 25000 obras, que comprenden cronológicamente desde el paleolítico hasta la actualidad y cubren la totalidad del continente americano.
Colecciona todo tipo de piezas arqueológicas, artísticas y etnográficas procedentes o relacionadas con el Nuevo Mundo, salvo las de numismática, que se conservan en el MAN, y las de arte moderno, en el Museo Reina Sofía.
Este museo me encanta y es ideal para terminar un día de esparcimiento en el parque.
En el Parque del Oeste se cruzan numerosas vías, junto a las cuales hay zonas de aparcamiento.
Aquellos de vosotros que prefiráis caminar, podéis dejar el coche cerca de la zona elegida para hacerlo.
El transporte público también os acerca a puntos cercanos a las diferentes áreas del parque.
Tanto en la Calle Ferraz como en el Paseo de Rosales hay numerosos bares y restaurantes, indicados en los planos que acompañan el relato, para comer, merendar o cenar, antes o después de visitar el parque.
Sea como sea, no dejéis de disfrutar de este maravilloso pulmón madrileño.