En la costa mediterránea de Andalucía se localiza Málaga, un lugar donde se domina el arte del saber vivir. Sus numerosos museos, su oferta teatral y cinematográfica, sus playas, su animado ambiente y el hermoso laberinto de calles y plazas de su centro histórico, cautivan a la gran cantidad de visitantes, que quedan enamorados irremediablemente de esta bonita ciudad.

Os invito a recorrer conmigo algunos de mis rincones favoritos de Málaga.

Málaga es una ciudad muy bien comunicada, tiene uno de los aeropuertos más importantes de España, estación de tren de Alta velocidad (María Zambrano), Puerto y una fantástica autovía si se quiere ir en coche.

Nosotros visitamos Málaga con frecuencia, la mayoría de las veces lo hacemos en coche, que dejamos en el aparcamiento de la Plaza de la Marina, donde se encuentra la Oficina de Turismo. Justo frente al parking está la calle Larios, principal vía malagueña y nuestro punto de partida para recorrer las bonitas calles y plazas del centro de la ciudad.

Cruzamos la Alameda y comenzamos nuestro paseo en la calle Larios, que comunica la Alameda principal con la plaza de la Constitución.


La calle Larios debe su nombre a Manuel Larios, II marqués de Larios, representado en una escultura, obra de Benlliure, al principio de la calle. La familia Larios fue la promotora del proyecto que hizo posible esta hermosa vía. Ya, tras su inauguración el 27 de agosto de 1891, se la consideró una de las calles más elegantes de España.

La calle Larios está flanqueada por nobles edificios simétricos, todos con un diseño curvo en las esquinas, lo cual, además de ser un recurso estético muy bello, permite que la brisa que llega del puerto aire toda la zona. Fue concebida por el arquitecto malagueño Eduardo Strachan, que se inspiró en las tendencias arquitectónicas de la Escuela de Chicago.

En el 2OO3 se peatonalizó, permitiendo la revitalización del comercio. Las marcas de moda más punteras y glamurosas se suceden a lo largo de la calle.

Antes de continuar el paseo disfrutamos de un buen desayuno en la Cafetería Lepanto, que ofrece en su carta todos los manjares imaginables: helados, deliciosa bollería, pastelería etc.

Retomamos el paseo, y nos es casi imposible, no detenernos en cada uno de los escaparates de los atractivos comercios de la calle. Aunque Larios termina en la Plaza de la Constitución, vamos a hacer un pequeño rodeo para descubrir el laberinto de calles del centro histórico, que finalmente acabará en la hermosa plaza.


Tomamos la calle Alarcón Luján, que nos lleva al Mercado de las Atarazanas.

El Mercado de las Atarazanas, un festín para los sentidos, se construyó entre 1876 y 1879, en el solar donde estuvo un taller naval de origen nazarí (Atarazanas), del que sólo conserva una puerta de mármol.  Es Bien de Interés Cultural.

El antiguo edificio condicionó el diseño del mercado, de estilo neoárabe con elementos nazaríes y califales. A principios del 2OO8 se rehabilitó, mejorando el equipamiento, renovando puestos, sustituyendo el techo por otro traslucido y poniendo en valor la puerta de las antigua atarazanas y los restos arqueológicos encontrados en el subsuelo.

En este mercado decimonónico destaca su maravillosa estructura de hierro y el alegre colorido de sus vidrieras, que representan monumentos de la ciudad. Llama la atención la abundancia de puestos, todos ellos bien surtidos de productos primorosamente colocados, y el continuo ir y venir de clientes, que dinamiza el espacio haciéndolo aún más atractivo.

Los mercados son en cierto modo el alma de una ciudad, y éste no es una excepción.

Salimos del Mercado y continuamos el paseo por la calle Sagasta hasta llegar a la calle San Juan, donde se encuentra la Iglesia parroquial de San Juan Bautista (estilo gótico-mudéjar). Esta iglesia fue una de las cuatro que fundaron los reyes Católicos después de la conquista de la ciudad en 1487.


El elemento más singular de esta iglesia es su hermosa torre, magnífico y espectacular elemento de cantería, con tres cuerpos superpuestos sobre el arco de entrada.
El aspecto actual del templo y los escritos de la fachada, se deben a las diversas intervenciones que se produjeron en el siglo XVIII, de hecho, esta parroquia fue objeto de profundas remodelaciones como consecuencia, entre otros factores, del terremoto de 168O.

Se encuentran radicadas en esta iglesia dos cofradías de Semana Santa: las Archicofradía de los Dolores de San Juan y Reales Cofradías Fusionadas. Merece la pena entrar, es muy bonita. Declarada Bien de Interés Cultural

Recorremos las calles Especería y Salvago hasta llegar al Museo Carmen Thyssen.

Un singular edificio del siglo XVI, el Palacio de Villalón, contiene esta bellísima colección.

Calle Compañía, 1o, 29oo8
Teléfono: 9o23o3131
Email : info@carmenthyssenmalaga.org
Abierto de martes a domingo: 1o:oo a 2o:oo
Visitas guiadas con reserva previa: 952217511.


El Museo Carmen Thyssen Málaga, alberga en las salas de su colección permanente un extraordinario recorrido por la pintura del siglo diecinueve y comienzos del veinte, en la que tiene especial protagonismo la pintura andaluza de paisaje y escenas costumbristas.

Estas obras de grandes maestros como Benlliure, Fortuny, Ramón Casas, Gonzalo Bilbao, Madrazo, Julio Romero de Torres o Sorolla, forman parte de la colección más personal de la varonesa Thyssen y conforman un conjunto de más de 2oo piezas que incluye también una cuidada selección de maestros antiguos, de entre los siglos XIII y XVIII.

Hasta el 4 de septiembre podemos disfrutar de una magnífica exposición:
Real(ismos). Nuevas figuraciones en el arte español entre 1918 y 1936.

Os recomiendo que le dediquéis algo de vuestro tiempo a este museo, merece la pena.

Terminada la visita al Thyssen, nos dirigimos por la calle Compañía a la Plaza de la Constitución.

En la confluencia entre la calle Compañía y la plaza de la Constitución se encuentra la iglesia del Santísimo Cristo de la Salud, un edificio barroco de planta octogonal cubierta de un hermosa cúpula. Fue construido entre los siglos XVI y XVII por los jesuitas.

Es sede de la Cofradía de los Estudiantes, la Hermandad de la Esclavitud Dolorosa y la Asociación del Cristo protector de Málaga y su ayuntamiento. Fue declarada Bien de interés Cultural en 2o15.


Junto a la iglesia del Cristo de la Salud, en el nº 6 de la Plaza de la Constitución, se encuentra la Casa del Consulado o Sociedad Económica de Amigos del País. Este edificio de estilo barroco clasicista, construido en el siglo XVIII, fue declarado Monumento Nacional en 1923. Albergó el Montepío de Socorro de los Cosecheros y más tarde el Consulado Marítimo Terrestre, de ahí que se conozca también por ese nombre.
En 1856 se convierte en sede de la Sociedad Económica del País, que tenía por objetivo promover la agricultura, la industria, el comercio y la educación. Hoy día se dedica a eventos culturales.

La Plaza de la Constitución ha sido el centro neurálgico de la vida malagueña desde los tiempos de la Reconquista, en los que era conocida como plaza de las Cuatro Calles.

En 1812, en honor a la Constitución aprobada en Cádiz, popularmente conocida como la PEPA, toma el nombre que mantiene hoy día.
En esta plaza han estado ubicados el Ayuntamiento de Málaga hasta 1869, la casa del Corregidor, la cárcel, el convento de las Agustinas y la Sociedad de Amigos del País.

En uno de sus laterales, para no obstaculizar la celebración de todo tipo de actos, se encuentra la hermosa fuente Génova, (estilo renacentista), construida en mármol en el siglo XVI. Las casetas de la Feria de Málaga o las tribunas de Semana Santa, son algunos de los escenarios de festejos que acoge esta vivida plaza malagueña.


Desde la plaza de la Constitución se accede al Pasaje de Chinitas, que debe su nombre a Antonio Mª Álvarez, hombre de negocios y antiguo gobernador civil y militar de Málaga, que encargó su construcción sobre los terrenos del desamortizado Convento de las Agustinas, fundado en 1628. Del convento sólo se conservó la portada de mármol, que da acceso a la plaza.

Fue el primer pasaje comercial de España, en un momento en que éstos se hacían populares en la Europa de mediados del siglo diecinueve. Desde su apertura, el pasaje tuvo una gran actividad comercial, en él se encontraba el famoso Café de Chinitas, que abrió sus puertas entre 1857 y 1937. García Lorca lo inmortalizó en su poema dedicado al torero Paquiro.

Llegamos a la plaza del Obispo a través del Pasaje de Chinitas. En este pequeño recorrido se suceden los bares de tapas y los pequeños establecimientos de souvenir.

En la Plaza del Obispo, de reducidas dimensiones, destacan dos hermosos edificios barrocos:

El Palacio Episcopal, que acoge una estupenda exposición de arte, Ars Málaga, y la Catedral de la Encarnación, llamada la manquita, porque su torre sur está inacabada. Se accede al templo por unas suntuosas escalinatas de mármol.

El otro elemento ornamental de este espacio es su Fuente, construida en 1785 en piedra gris, como la portada del palacio.

El Palacio del Obispo fue construido bajo el patrocinio del arzobispo José Francisco Lasso de Castilla, a partir del año 1762. Este edificio es uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil malagueña. Destaca en él su magnífica portada-retablo, que combina mármoles en colores gris para el fondo y rosa en las columnas. Bien de Interés Cultural, fue catalogado monumento en 1991.

Desde octubre del 2o19, el edificio es el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga, que acoge un amplio programa de actuaciones culturales.

Plaza del Obispo nº 7
Teléfono : 952624862
Email. : ccfunmalag@fundacionunicaja.com
Horario : lunes a viernes de 1o:oo a 2o:oo; y los sábados, domingo y festivos, de 9:oo a 14:oo. Entradas 3 euros.

Si os apetece visitar la Catedral, podéis encontrar toda la información: visitas, horarios, precios, conciertos, en su web: malagacatedral.com


Seguimos el paseo por la calle Molina Lario, rodeamos la Iglesia Capitular del Sagrario, por la calle Santa María y continuamos por la calle San Agustín. Dejamos tras nosotros la fachada norte de la catedral, de gran parecido a una fortaleza y su hermoso jardín.

La calle San Agustín fue llamada, tras la conquista por los cristianos de Málaga, calle de los Caballeros, ya que gran cantidad de ellos se establecieron en este lugar y construyeron sus mansiones sobre los antiguos palacios musulmanes.

También se ubicaba en esta calle, la Morería (con sus baños, su mezquita y su horno), donde residían las 25 familias nobles mudéjares, que se quedaron en Málaga. En el siglo XVI se le cambió el nombre, tomando el del Convento de los Agustinos, que se estableció en la calle.

Hoy día, sigue siendo una de las calles que mejor ha conservado su estructura original.


Avanzando unos metros por la calle San Agustín llegamos a el Museo Picasso.

El Palacio de Buena Vista es la sede de la colección del Museo Picasso Málaga.

Este palacio es un magnífico ejemplo de la arquitectura andaluza del siglo XVI, en la que se mezclan elementos renacentistas y mudéjares. Se construyó sobre los restos de un palacio nazarí del que aún se conservan algunos elementos, como la torre situada al este del patio principal. En su subsuelo alberga un importante testimonio de la historía de la ciudad, excepcionales restos fenicios y romanos, así como estancias del antiguo palacio renacentista.

La colección del museo cuenta la trayectoria de Picasso, pintor universal sin cuya figura no se entendería la historia del arte occidental. A través de la selección de obras que se exponen, podemos conocer las diversas temáticas y técnicas que Pablo Picasso dominó.

Toda la información necesaria la podéis encontrar en su WEB: museopicassomalaga.org

Palacio de Buena Vista, Calle San Agustín nº 8


Tras dejar el Museo Picasso seguimos el paseo por la calle Granada.
Pasamos junto a unas de las bodegas con más solera de Málaga, el Pimpi, en el nº 62 de la calle, donde se puede disfrutar de la gastronomía local y de los vinos de la tierra. El Pimpi es además un referente cultural y gastronómica de Málaga. Su nombre hace referencia a la figura del Pimpi, un personaje popular malagueño, que ayudaba a las tripulaciones y pasajeros de los barcos que llegaban al puerto de la ciudad.

En el nº 78 de la misma calle, visitamos la iglesia de Santiago, la iglesia mas antigua de Málaga, fundada en 149o sobre el solar de una antigua mezquita. De la fachada primitiva sólo se conserva la puerta central de estilo mudéjar. En su interior hay obras de gran valor de Alonso Cano y de niño de Guevara. En una de sus capillas se veneran las imágenes de la Semana Santa malagueña; la Virgen del Amor y Jesús el Rico. En el año 1881 fue bautizado en este templo Pablo Ruiz Picasso.


Retrocedemos unos metros para continuar el paseo por la Plaza de la Judería, que nos conduce al Pimpi la Sole, la apuesta innovadora de la tradicional bodega. Su terraza mira a la calle Alcazabilla, una de las calles más importantes de la ciudad, ya que acumula en escasos metros una parte importante de la historia y la cultura de Málaga, uniendo su presente con el pasado fenicio, romano y musulmán.

Frente al Pimpi la Sole, en la calle Alcazadilla, se encuentra el Cine Albéniz, todo un referente para el cine español, organizador del Festival de Cine de Málaga.

A unos pasos admiramos el Teatro Romano con la antigua muralla como telón de fondo.

El Teatro Romano de Málaga es uno de los vestigios de la Hispania Romana en la ciudad. Dispone de un moderno centro de interpretación, en el que por medio de las nuevas tecnologías puedes conocer la vida y costumbres de la época. También se ha recuperado su uso, ofreciendo espectáculos en su interior. Descubierto en el año 1951, estuvo durante muchos años semioculto bajo el edificio de la Casa de la Cultura. El teatro fue construido en tiempos de Augusto, en el siglo I d.C.  manteniendo su uso hasta el siglo III.

Calle Alcazabilla, 8, 29o12
Teléfono: 9515o1115
Email : teatroromanomalaga.ccul@juntadeandalucia.es


Junto al Teatro se encuentra la entrada a la Alcazaba, visita imprescindible para conocer la historia de esta ciudad. En la puerta del monumento hay unas máquinas expendedoras donde adquirir las entradas, que tienen un código QR para descargarte las explicaciones pertinentes acerca del sitio.

Para entrar en materia, os diré que Málaga responde a un modelo histórico de ciudad abierta a una bahía, rodeada por las estribaciones meridionales de los montes de Málaga y atravesada en su centro histórico por el rio Guadalmedina. Sus orígenes fenicios se remontan al siglo 8 a.C, siendo ya en aquellos entonces una ciudad amurallada plenamente consolidada. Las fuentes clásicas (narraciones y escritos principalmente púnicos y romanos) la denominaban MALAKA o MAINAKE .

La Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro forman parte de un enclave estratégico de gran importancia durante el dominio islámico en la ciudad de Málaga. Este palacio fortaleza, cuyo nombre en árabe significa ciudadela, está situado a los pies del monte Gibralfaro, donde se ubica el Castillo defensivo árabe, al que estaba unido por un pasillo resguardado por murallas llamado La Coracha.

La Alcazaba fue construida entre 1o57 1o63, según los historiadores musulmanes, a instancias del rey de taifas bereber de Granada, Badis.

 

Comenzamos el recorrido en ascenso, arropados por las murallas, hasta llegar a la bellísima Puerta de las Columnas. Avanzamos por un hermoso camino, con unas vistas espectaculares. Atravesamos la Puerta del Cristo, que da paso al recinto inferior, un gran espacio que rodea completamente el recinto superior, donde se encuentra el palacio.

Ascendiendo por la cara sur, divisamos la Torre del Socorro, donde está la puerta que lleva a la Coracha.
Más adelante nos encontramos la imponente torre del Homenaje.

Desde lo alto de la torre, las vistas de Málaga con el Puerto y el mar al fondo, son soberbias.


De vuelta a la Puerta del Cristo, encontramos una explanada ajardinada, el Patio de Armas, construído con materiales muy sencillos (piedra y ladrillos) cuyo diseño combina formas geométricas. Este espacio es ideal para disfrutar de unos minutos de relax contemplando una hermosa panorámica de la ciudad.

En el recinto superior se encuentra la zona de los Palacios taifas y nazaríes, con sus hermosos patios (Patio de los Naranjos y el Patio de la Alberca) y un bello pabellón, el de los Arcos Lobulados.

Recorriendo los diferentes recintos de estos palacios, nos hacemos idea de la sofisticada vida, que nuestros antepasados musulmanes disfrutaban en la Península Ibérica.

Para reservar la visita podéis llamar al teléfono: 95222723o. Email: sescalona@malaga.eu


Terminada la visita de la Alcazaba, tocaba picar algo, y como le habíamos echado el ojo a un restaurante italiano en los jardines de la catedral, dimos un corto paseo hasta el lugar: Ostería MURA MURA, calle Duque de la Victoria,5 29o15, Málaga.

Comimos de maravilla!!!. Tras el ágape visitamos el Museo de Málaga, en la Plaza de la Aduana, justo al lado de la Alcazaba.

El Palacio de la Aduana de Málaga es un edificio proyectado en 1788, destinado en su uso inicial a atender el tráfico del Puerto. En 1972 se unieron en este Palacio, el Museo Provincial de Bellas Artes y el Museo Arqueológico Provincial, conformando un espléndido museo, El Museo de Málaga.
Las dos secciones del museo tienen colecciones de origen muy diverso.
Hoy día conserva un conjunto de más de 15.ooo piezas, entre objetos arqueológicos y obras artísticas. Es maravilloso.

Plaza de la Aduana
Teléfono: 951o39269
Email: museomalaga.ccul@juntadeandalucia.es
Horario: 9:oo a 15:oo domingos y festivo 9:oo a 21:oo de martes a sábado. Cerrado los lunes.


Aquí termina nuestro primer encuentro con Málaga.

En este pequeño recorrido hemos conocido algunos de los más hermosos e interesantes lugares de esta cosmopolita ciudad, pero quedan muchísimos más, que podéis ir descubriendo poco a poco en futuras visitas.

Culturalmente Málaga tiene mucho que ofrecer, otros museos por descubrir, hermosos palacios y bonitas iglesias. Su excelente gastronomía, sus playas y la diversión asegurada, convierten a Málaga en un destino perfecto.

Nosotros terminamos el viaje paseando por el Muelle I, curioseando en sus tiendas, degustando ricas tapitas en sus terrazas y disfrutando de las bonitas vistas iluminadas de la ciudad



 

Escrito por Carmen Naranjo

Me llamo Carmen, soy historiadora del Arte, curiosa y viajera, y os quiero hacer partícipes de mis aventuras cotidianas en busca de momentos felices y lugares bellos.

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