La monarquía hispánica de los Austria gobernó España en los siglos XVI y XVII. Poseyó un imperio que se extendía territorialmente por tres continentes, era dueña del mundo.
Durante aquella época de esplendor, los reyes de esta poderosa dinastía eligieron MADRID como capital del país.
El legado de los Austrias dejó su huella en un amplio barrio madrileño, que corresponde al primitivo trazado medieval de la ciudad. En la actualidad, este espacio está delimitado por la Plaza de España, Cuesta de San Vicente, calle Segovia, calle de la Colegiata, calle de Preciados y Gran Vía.
Iniciamos el paseo por el Madrid de los Austrias, en la estratégica plaza de Callao, desde donde nos dirigimos por la calle del Postigo de San Martin a la plaza de San Martín, que comparte espacio con la plaza de las Descalzas Reales, donde se encuentra el Convento de las Descalzas Reales, uno de los testimonios visibles de la dinastía de los Austrias.
La visita al Convento de las Descalzas Reales nos permite recordar relevantes aspectos de la historia de España y de Europa y disfrutar de un espacio excepcional.
Se le considera uno de los museos más importantes de España. Obtuvo la distinción de Museo Europeo del año 1987.
Con la cita, previamente reservada en su página web, podéis acceder a este convento de clausura de Clarisas. Durante las visitas turísticas, las monjas ocupan otros espacios del edificio separados del museo. En pequeños grupos, se recorren sus diferentes dependencias, cuya contexto histórico es explicado por un guía oficial.
Convento de las Descalzas Reales
Uno de los legados más ricos que los Austrias dejaron en Madrid, es el Convento de las Descalzas Reales, que ocupa el palacio donde nació su fundadora, la princesa doña Juana de Austria, una de las mujeres mas relevantes del Renacimiento español.
Ella y su hermana María, las dos hijas que Carlos I tuvo con Isabel de Portugal, se refugiaron en este convento cuando viudas de sus respectivos maridos se alejaron de sus cortesanas vidas.
Con dieciséis años, Juana se casó con su primo, el heredero al trono Luso, Don Manuel de Portugal, de quince años y frágil salud, que según cuentan, murió víctima del tremendo deseo adolescente por su bellísima esposa. Tuvo un hijo, nacido apenas unos días después de la muerte de su esposo.
Dada la hostilidad de la Corte portuguesa hacía la joven viuda y reclamada por su hermano Felipe II, regresó a España para ocupar el cargo de gobernadora del reino durante los cuatro años que Felipe II fue consorte de Inglaterra, por su matrimonio con María Tudor.
Juana jamás volvió a Lisboa y jamás volvió a ver a su hijo, que se convirtió en rey de Portugal. Gobernó España sabiamente, desde julio de 1554 hasta mediados de 1559.
Con tan sólo diecinueve años y apoyada por Francisco de Borja, consiguió formar parte de la Orden de los Jesuitas, convirtiéndose en la única mujer jesuita de la historia.
Juana fundó siendo regente, el convento de Nuestra Señora de la Consolación, para Clarisas Descalzas, en 1557. Para este proyecto tuvo la complicidad de su confesor, el futuro San Francisco de Borja, que envió la primera comunidad de monjas Coletinas desde Gandía.
Las obras de reconversión del viejo palacio, encomendadas al maestro Antonio Sillero, concluyeron en 1564. El aspecto actual del interior del convento se debe a una remodelación de Diego de Villanueva, terminada a mediados del siglo XVIII.
Todas las mujeres de la Casa de Austria estuvieron ligadas a este convento y le legaron valiosos tesoros, convirtiendo el edificio en un pequeño Escorial.
Obras de Pedro de Mena, Gaspar Becerra, Rubens, Tiziano, Sofonisba Anguissola, Sánchez Coello, Brueghel, Antonio Moro, son ejemplo de la inmensa riqueza de la colección de arte, que este complejo religioso- social, posee.
El edificio es una joya del plateresco castellano, claramente influenciado por el Renacimiento, como se puede apreciar, tanto en su fachada, como en el Claustro.
Parte del Convento de las Clarisas de Clausura, que hoy habitan el edificio, es un Museo perteneciente a Patrimonio Nacional.
Horarios: Mar-sáb:1o:14h/16:oo-18:3oh
Dom fes:1o:oo-15:ooh
Tarifa única:6 euros
Dirección:Plaza de las Descalzas, S/N
En la página web de las Descalazas Reales se pueden comprar las entradas www.patrimonionacional.es
La visita guiada dura una hora.
Junto a las Descalzas Reales, en la Plaza de San Martin, se encuentra el Hotel Intur Palacio San Martin, muy bien ubicado, ideal si quieres pasar unos días en Madrid, y recorrer a pie los lugares más interesantes de la capital.
En una de las esquinas de la plaza se encuentra la Librería Bardón, una de las más bonitas de Madrid, está especializada en ediciones tempranas e incunables. Si sois amantes de los libros, no dudéis en entrar.
Frente al hotel San Martín está el Palacio de las Alhajas, inmueble perteneciente a la Fundación Caja Madrid, acondicionado para su uso como sala temporal de exposiciones. En estos momentos, podéis visitar la exposición «HIJAS DEL NILO»
Tanto la calle San Martin como la calle Hileras, nos conducen calle Arenal.
CALLE DEL ARENAL
La calle Arenal comunica la Puerta del Sol con Ópera. Es una calle peatonal llena de comercios y muy concurrida, donde destacan sus preciosos edificios con balcones de forja y decoraciones de motivos vegetales estilo Art Nouveau.
Entre los edificios más sobresalientes de la calle Arenal destaca el Palacio de Gaviria, uno de los mas lujosos de su época. Fue mandado construir por Manuel de Gaviria, conde de Buena Esperanza, en la que fue zona de moda de la burguesía, junto al Teatro Real y la Puerta del Sol. Se inauguró en 1851 con un baile presidido por la reina Isabel II.
En la actualidad, el Palacio de Gaviria está dedicado a albergar diferentes espacios lúdicos. Uno de ellos acoge la exposición: BRUGHEL. Maravillas del arte flamenco.
La iglesia de San Ginés, de las más antiguas de Madrid, despierta nuestro interés por su rico patrimonio. Tanto el edificio, construido a mediados del siglo XVII, como las pinturas y esculturas que guarda en su interior, forman un importante conjunto histórico, artístico y arquitectónico. Entre las obras de mayor valor que se pueden admirar en este templo, se encuentran la Purificación del Templo, obra del Greco, La Anunciación, pintada por Luca Giordano, y tallas de Alonso Cano y Juan Pascual de Mena.
Junto a la iglesia, entre el callejón y la plazoleta de San Ginés, podéis catar el chocolate y los churros más populares de Madrid en la chocolatería más castiza “Chocolatería San Ginés”.
Otro local castizo de la calle Arenal es «Casa Alberto», lugar de encuentro de toreros, dramaturgos y artistas. Su revuelto de bacalao, sus callos, albóndigas de ternera, sus tomates secos en aceite de oliva, son deliciosos.
En el número 8 de la calle Arenal está la Casita-Museo del Ratón Pérez, un lugar encantador que nos acerca a nuestra infancia. Si queréis visitarlo conviene reservar previamente en el Whatsapp 634742768 o presencialmente.
No podemos olvidar un edificio emblemáticos de la calle, la famosa discoteca Joy Eslava.
Desde la calle Arenal llegamos a Ópera, plaza donde se encuentra el Teatro Real.
A unos pasos de Ópera se encuentra la imponente Plaza de Oriente con el Palacio Real al fondo.
La hermosa plaza de Oriente está enmarcada por dos importantes edificios, el Teatro Real y el Palacio Real, y adornada con jardines y una excelente exposición de esculturas.
En el centro de la plaza se encuentra una estatua ecuestre de Felipe IV, realizada en bronce por Pietro Tacca, en 164o. Fue la primera del mundo en sostenerse en pie sobre las dos patas traseras del caballo. Su autor se apoyó en los cálculos de Galileo Galilei para lograr semejante proeza. Estatuas de reyes españoles escoltan al monumento ecuestre.
Los jardines, diseñados en formas geométricas, dan aire y realce a la fachada del Palacio Real. Fueron una iniciativa de José Bonaparte.
Junto al Teatro Real se encuentra el precioso Café de Oriente, al estilo de los viejos cafés europeos. El Café de Oriente, un edifico romántico- neo-barroco, fue construido a mediados del siglo XIX. Este café-restaurante tiene, aparte de su deliciosa carta y su bonita terraza, el atractivo de ubicarse en los sótanos abovedados del que fuera antiguo Convento de San Gil, del siglo XVII.
En una de las esquinas de la Plaza de Oriente admiramos El Real Monasterio de la Encarnación, ubicado en la plazoleta del mismo nombre. Fue fundado en 1611 por la reina doña Margarita, esposa de Felipe III, como convento de monjas de clausura. En su interior se guarda la famosa reliquia de San Pantaleón. El convento conserva importantes conjuntos pictóricos y escultóricos de los siglos XVII y XVIII. Destacan las obras de Lucas Giordano, Gregorio Fernández o Pedro de Mena. Especial mención merece el relicario, que contiene un conjunto de 7oo piezas de marfil, coral, bronce y maderas finas.
La visita guiada de El Convento de la Encarnación se puede pagar en taquilla o reservar en www.patrimonionacional.es
Tarifa única 6 euros. Horarios:
Martes-sábados 1o.oo a 14.oo h y 16.oo a 18.3o h
Domingo y festivos, 1o.oo a 15.ooh
Desde la recoleta Plaza de la Encarnación, seguimos rodeando la Plaza de Oriente hasta el Campo del Moro, contemplando a nuestro paso otra preciosa perspectiva de la Plaza con la Catedral de la Almudena al fondo.
La entrada al Campo del Moro, un fabuloso jardín estilo ingles, que se extiende en el espacio comprendido entre el rio Manzanares y el Palacio Real, es gratuita. Pasear por este jardín es un placer para los sentidos.
El Palacio Real es la residencia oficial del rey de España, aunque los actuales reyes viven en el Palacio de la Zarzuela. Fue Alfonso XIII, el último monarca español que residió en él. Se utiliza para ceremonias de Estado y actos solemnes.
Es el palacio real más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando entre sus numerosas obras de arte:
El conjunto de instrumentos musicales, los Stradivarius Palatinos, pinturas de grandes maestros, como Caravaggio, Velázquez o Goya entre otros, los Frescos de Battista Tiepolo o Mengs y otras colecciones destacables como la de la Armería, porcelana, relojerías y platería.
En el mismo solar donde hoy se alza la construcción barroca, se levantaba el Real Alcázar. Enrique III de Castilla, lo convirtió en una de sus más frecuentadas residencias por lo que el recinto obtuvo el adjetivo de real.
El emperador Carlos I y su hijo Felipe II, transformaron la fortaleza en la residencia permanente de los monarcas.
Tras el incendio que arrasó el Alcazar 1734, Felipe V, el primer rey de la dinastía borbónica que gobernaba en España, mandó construir en su lugar el Palacio actual.
El nuevo edificio se inspiró en los bocetos de Bernini para el proyecto del Louvre. En 1738 comenzó su construcción, según planos de Filippo Juvara. A la muerte de Juvara, Bautista Sachetti continuó con el proyecto, que fue finalizado por Sabatini.
Carlos III fue el primer monarca que lo habitó de forma continuada.
En la fachada sur, la puerta principal del Palacio Real, ubicada en la Plaza de la Armería, se encuentra la entrada donde comienza la visita al palacio.
En estos se días, podéis ver dos exposiciones temporales: “Sebastiao Salgado y las Colecciones Reales» y «Encuentros en torno a la fotografía de paisaje» primera exposición en la que colaboran Patrimonio Nacional y el festival PHotoEspaña.
En la visita guiada se hace un recorrido por magníficas dependencias del palacio: Salones Oficiales, Real Armería y colecciones de Arte.
En https://entradas.patrimonionacional.es se pueden reservar y comprar las entradas.
Las visitas guiadas hay que reservarlas directamente en taquilla.
La tarifa general es de 1o euros, y la tarifa reducida 5 euros.
Se puede visitar todos los días de la semana, 1o-18h (octubre a Marzo) y 1o-2oh (abril a septiembre), salvo días con actos oficiales.
En la Plaza de la Armería, frente al Palacio Real, se encuentra la Catedral de la Almudena. Los dos edificios, PALACIO Y CATEDRAL, dan un aspecto magnífico a este espacio. Un gran balcón con preciosas vistas completa el espacio.
El Cambio de Guardia del Palacio Real de Madrid tiene lugar todos los miércoles y sábados del año. Comienza a las 11:oo horas, en el Patio de la Armería, siempre que el clima y los actos oficiales lo permitan. Realizan relevo de guardia cada 3o minutos, hasta las 14:oo h.
El relevo solemne del Palacio Real, que comienza también en el Patio de la Armería, es el primer miércoles de cada mes a las 12:oo del medio día. Es un desfile !!ESPECTACULAR!!, que tuve la suerte de presenciar, no creo que haya otro igual en el mundo. El colofón final, es el concierto que da la magnífica banda de música del Palacio Real, finalizado el desfile.
Desde la Plaza de la Armería se divisa el Puente de Segovia, otro de los legados de los Austrias. Juan de Herrera lo construyó en 1548, durante el reinado de Felipe II.
Dejamos la Plaza de la Armería, para continuar el paseo por la Calle Mayor, donde se encuentra El Palacio de los Duques de Uceda, también llamado Palacio de los Consejos, y popularmente, Capitanía General. Es uno de los ejemplos más característicos de la arquitectura palaciega del siglo XVII en Madrid.
Fue mandado construir hacia 161o por Cristóbal Gómez de Sandoval, primer duque de Uceda, hijo del duque de Lerma, valido de Felipe III, a quien sucedió en su cargo.
En la actualidad el Palacio lo comparten Capitanía General y el Consejo de Estado.
A unos metros de Capitanía General, está La Plaza de la Villa, llamada anteriormente Plaza del Salvador, uno de los principales núcleos del Madrid medieval. En el siglo XV adoptó su actual denominación, coincidiendo con el reconocimiento del titulo de Noble y Leal Villa, otorgado a Madrid por el rey Enrique IV de Castilla.
La plaza, totalmente peatonalizada, está rodeada de algunos de los edificios más importantes de Madrid de los siglos XV, XVI y XVII. En su centro se levanta el monumento a D. Álvaro de Bazán.
Del interior de la plaza parten algunas de las calles más antiguas de la ciudad: la curiosa y estrechísima calle del Codo, la calle del Cordón y la calle de Madrid.
Las Casa de la Villa, uno de los edificios principales de la plaza, encargado construir por Felipe IV en 1629 para albergar las reuniones del Consejo, fue diseñado por el arquitecto Gómez de Mora. La galería de columnas de su fachada principal, la realizó Juan de Villanueva a finales del siglo XVIII. Desde su origen fue sede del ayuntamiento de Madrid. En 2oo7, se trasladó la alcaldía al Palacio de Cibeles.
La Casa de Cisneros es otro de los edificios importantes de la plaza, mandado construir hacia 1537 por Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del todopoderoso Cardenal Cisneros. De estilo renacentista con decoración plateresca, fue comprado por el Ayuntamiento a comienzos del siglo XX para albergar parte de las dependencias municipales.
La Casa y Torre de los Lujanes, el conjunto arquitectónico de carácter civil más antiguo de la capital, alberga desde 1858 la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. El edificio de estilo gótico mudéjar, data del siglo XV.
El monumento central de la plaza está dedicado a D. Álvaro de Bazán, nombrado por Felipe II Capitán General de las Galeras de España. Obra de Mariano Benlliure, contiene en su pedestal un verso dedicado, escrito por Lope de Vega.
A unos minutos de la Plaza de la Villa, se encuentra otro de los principales testimonios visibles del Madrid de los Austrias, La CAPILLA DEL OBISPO, ubicada en la Plaza de la Paja.
Nos dirigimos hasta allí, por la calle del Cordón, desde la Plaza de la Villa. La calle Cordón desemboca en la calle Costanilla de San Pedro, girando a la derecha, por la Calle Príncipe de Anglona, llegamos a nuestro destino.
La plaza de la Paja debe su nombre a que en este lugar, en el siglo XV, los vecinos tenían la obligación de entregar paja a los capellanes y cabildo de la capilla del Obispo.
En la plaza de la Paja, residieron las principales familias nobiliarias de Madrid.
La Capilla del Obispo, (S.XVI) oficialmente capilla de Nuestra Señora y San Juan de Letrán, es una joya arquitectónica de transición del gótico al estilo renacentista, declarada Monumento Artístico y Bien de Interés Cultural. Ha estado cerrada durante bastante tiempo, en el que se ha llevado a cabo una profunda reforma. Se encuentra a las espaldas de la iglesia de San Andrés, con la que conforma el CONJUNTO MONUMENTAL DE SAN ANDRÉS.
En el siglo XVI, Francisco de Vargas y Medina, privado de los reyes Católicos, decidió construir una capilla funeraria dedicada a San Isidro. Este edificio se añadió a la Iglesia de San Andrés y como fue terminada por su hijo, obispo de Palencia, pasó a ser conocida como Capilla del Obispo
Durante el siglo XIX, la Capilla del Obispo pasó a ser propiedad de la Casa de Alba.
Finalmente, en 198o, la Casa de Alba la cedió a la Diócesis de Madrid, con el único requisito de que se abriese al culto.
De estilo plateresco, propio del siglo XVI, su entrada parece más la de un palacio, que la de un edificio religioso.
La Capilla del Obispo se construyó entre 152o y 1525. Su espectacular retablo de madera rematado con pan de oro, y el magnífico sepulcro de alabastro del obispo Gutierre de Vargas y Carvajal, son impactantes.
Para poder disfrutar de las visita guiada de este monumento, hay que reservar previamente en el Museo de la Catedral de la Almudena. Los horarios de visita son todos las martes, a las 1o, 1o,45 y 11,3oh y Jueves tarde, a las 16 y 16,45h.
Finalizada nuestra visita volvemos por el mismo camino hasta la Plaza de la Villa.
Desde la plaza de la Paja volvemos a la Plaza de la Villa, seguimos por la Calle Mayor, hasta llegar la Plaza de San Miguel, donde se encuentra el mercado del mismo nombre. Inaugurado como mercado de abastos en 1915, hoy día, es un lugar de encuentro para disfrutar de la gastronomía típica de Madrid. Un buen sito para reponer fuerzas y saciar la sed.
Continuamos el paseo hasta la PLAZA MAYOR. Entramos a ella por el Arco de Cuchilleros.
Esta plaza porticada es el corazón del Madrid de los Austrias.
La Plaza Mayor, comenzó a construirse sobre el solar de la antigua Plaza del Arrabal, donde se encontraba el mercado mas popular de la villa a finales del siglo XV. Durante siglos, aquí se celebraron festejos populares, como corridas de toros, beatificaciones, y también algún auto de fe.
En 158o, tras haber sido trasladada la Corte a Madrid, Felipe II encargó el proyecto de remodelación de la Plaza, a Juan de Herrera y Gómez de Mora, comenzándose el derribo de las casas de la antigua plaza, ese mismo año.
En 1590, comenzaría la construcción del primer edificio de la nueva plaza, la Casa de la Panadería, a cargo de Diego Sillero. Aunque de este edificio, sólo se conserva el sótano y la planta baja, se sabe, que fue el modelo que copiaron para edificar el resto. La Casa de la Panadería, funcionó como Tahona Principal de la Villa, y fijaba el precio del pan. Hoy día, es sede del Centro de Turismo de Madrid.
El Arco de Cuchilleros, es la más conocida de las nueve puertas de acceso que tiene la plaza, Debe su nombre a que aquí se ubicaban los talleres de cuchilleros, que proveían de instrumental a los carniceros de la Plaza Mayor. Sus pintorescos edificios y su escalinata son muy originales.
La preciosa escultura ecuestre de Felipe III, que ocupa el centro de la plaza, es una de sus obras de arte más valiosa. Diseñada en 1616 por Giambologna, y terminada por Pietro Tacca, fue un regalo del Duque de Florencia al Rey español. Hasta mediados del siglo XIX lucía en la Casa de Campo.
Salimos de la Plaza Mayor por la Calle de La Sal.
La calle de la sal es corta y estrecha, comunica la Plaza Mayor con la legendaria Posada del Peine, el hotel más antiguo de Madrid, hoy remodelado y abierto para los que quieran hospedarse en él.
En este corto espacio, nos encontramos establecimientos tradicionales como la «Antigua Relojería», famosa por su carillón, que reproduce fragmentos de chotis y zarzuelas, y la tienda de lanas del «Gato Negro», otra tienda clásica madrileña. cuyas paredes están decoradas con dibujos de Antonio Mingote.
A unos pasos de la Puerta del Sol, termina nuestro paseo por el Madrid de los Austrias.
HOTELES Y GASTRONOMÍA
Mi hotel perfecto, estratégicamente situado, no sólo para pasear por el Madrid de los Austrias, sino también para recorrer los más emblemáticos lugares de Madrid, es Intur Palcio de San Martín, que ya he mencionado. En la misma plaza de San Martín, encontraréis parking, si es que llegáis en coche.
Otro hotel, que os recomiendo, es el Petit Palace Plaza Mayor.
Madrid tiene una enorme oferta hotelera, en Booking.com, encontraréis las mejores ofertas en vuestro lugar elegido.
A lo largo de nuestro paseo pasamos por bares, restaurantes, pastelerías.
Os voy a recomendar algunos de estos sitios, que me han gustado.
Justo donde comenzamos nuestro paseo, la calle Postigo de San Martín, hay dos magníficas chocolaterías, donde desayunar o merendar unos riquísimos churros con chocolate:
Los Artesanos 1902, la familia churrera más antigua de España. San Martín,2
Y Valor, justo cuando entras desde la Plaza de Callao, mi preferida. Está en una pequeña plazoleta, con una terraza encantadora.
Para comer, os recomiendo la Taberna del Alabardero, en Felipe V, junto al Teatro Real y la Plaza de Oriente.
Cerca de la Plaza de la Villa, está la Cava Baja y la Cava Ata, ambas calles repletas de locales donde comer bien. Casa Lucio me encanta, pero hay muchos otros.
El Mercado de San Miguel, o «Casa Alberto», son dos buenas opciones para disfrutar de una rica comida.